
Michael se comprometió ante el juez que una vez que empiece a trabajar cumplirá con esa obligación. Él estuvo en prisión por dos años por manejar en estado de ebriedad y mientras estuvo en reclusión se convirtió al cristianismo y se formó pastor.
Michael tiene previsto abrir una clínica de rehabilitación en la iglesia de Southhampton en septiembre, y además de poder cumplir con el pago de su pensión, él tiene como objetivo ayudar a su hija Lindsay Lohan a salvarse del vicio de las drogas y el alcohol.
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