
La actriz ingresó hoy a una clínica de rehabilitación en Sundance, Utah, tras dos periodos de rehabilitación fallidos, uno en la clínica Wonderland y otro en la clínica Promioses, ambas en California.
Pero antes de cumplir el deseo de vivir con su madre, Lindsay enfrentará dos juicios en California por manejar en estado de ebriedad. El primero ocurrido a finales e mayo y el otro a finales del mes de julio, éste mas grave por encontrarse en libertad condicional.
Expertos en leyes aseguran que la actriz de 21 años deberá pasar obligatoriamente un periodo en prisión por las faltas cometidas.
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